Ante la situación de insolvencia que atraviesa la firma italiana, la minera estatal informó ayer a los trabajadores contratistas que resguardará sus derechos laborales en caso de finalizar el contrato.
Preocupación existe en Codelco por la situación que atraviesa una de sus empresas contratistas más grandes, la italiana Astaldi, que según ha informado arrastra deudas en el extranjero por sobre los US$ 2.000 millones.
Astaldi es una de las compañías encargadas de construir parte del emblemático proyecto Chuquicamata Subterráneo, con contratos que superan los US$ 615 millones, enfocados principalmente en la construcción de los túneles de acceso a la obra. Uno de esos contratos expira en un par de meses, pero el otro se extiende hasta mediados de 2019.
Al cierre de la jornada de ayer, la Corporación envió un comunicado interno a sus trabajadores al que tuvo acceso “El Mercurio”, en el que abordó la situación, buscando tranquilizar a los operarios dependientes de la firma europea.
“Ante los problemas de solvencia que ha experimentado la empresa Astaldi, que son de público conocimiento, la Corporación Nacional del Cobre manifiesta que velará para que dicha compañía cumpla a cabalidad las leyes laborales chilenas. Codelco tomará todas las medidas pertinentes para que no se afecten los derechos laborales de los trabajadores de Astaldi involucrados”, indica el informativo.
A lo anterior se suma otra contingencia, ya que si bien cercanos a la estatal explican que la Ley Laboral les exige hacerse cargo de los contratos y beneficios de los cerca de 2.000 trabajadores directos que tiene la firma italiana, no sucede lo mismo con los más de 20 proveedores de esta empresa. Estos suministran desde servicios de comida hasta insumos mineros, dependiendo de estos abastecedores más de 500 operarios que tendrían que solucionar su situación directamente con Astaldi.
La situación para la minera es tan compleja, que según fuentes cercanas a los trabajadores de la constructora, el directorio de Codelco evalúa hacer efectiva la boleta de garantía del contrato, que de acuerdo con las mismas fuentes podría llegar a los US$ 100 millones.
La estatal enfrenta dos escenarios: uno es el cobro de la boleta. Sin embargo, el menos perjudicial sería renegociar el acuerdo con Astaldi, ya que se trata de una de las empresas proveedoras con mayor cumplimiento. Incluso, más allá de lo pactado.
La complejidad que presenta la opción de cobro, sacando a la italiana de la construcción, se traduciría en nuevos retrasos en la inauguración del proyecto. Esta podría extenderse más allá del primer semestre de 2019, elevando posiblemente los costos de construcción de la faena, los que ya superan los US$ 5.500 millones.
Suspenden visita a las obras
La situación por la que atraviesa Chuquicamata Subterránea es de tal preocupación, que incluso llevó a la Corporación a suspender una visita que había programado a las obras del proyecto estructural para esta jornada. La comitiva, además del presidente del directorio, Juan Benavides, y del presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, estaba compuesta por los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y de Minería, Baldo Prokurica.
Fuente: El Mercurio