El presidente ejecutivo de la empresa, Iván Arriagada, detalló las gestiones actuales para retomar sus proyectos clave en Los Pelambres, Zaldívar y Centinela. Se espera al menos un semestre de atraso respecto de la calendarización original de estas iniciativas.
El segundo coloquio de Minnovex sobre minería y pandemia tuvo a Iván Arriagada, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals como invitado. El ejecutivo abordó los desafíos de gestión de la empresa y del mercado cuprífero frente al Covid-19.
Una de las decisiones que debió tomar la compañía cuando se declaró la pandemia, fue la suspensión temporal de construcciones en sus tres proyectos en ejecución:
– INCO Los Pelambres.
– Proyecto de optimización de recuperación en Zaldívar.
– Apertura de rajo Esperanza Sur en Centinela.
“Estimamos que era muy complejo poder gestionar la crisis sanitaria con los proyectos en construcción, movilizando por ejemplo en el caso de Los Pelambres a cerca de 3.000 personas”, puntualizó Arriagada, añadiendo que este periodo de suspensión fue crucial para integrar protocolos sanitarios.
La nueva forma de trabajar en el reinicio de los proyectos del grupo implica condiciones distintas. Ahora existe un calendario de ejecución diferente, dada la paralización de entre cinco y seis meses en las actividades de construcción, por lo cual la empresa está reformulando sus planes de ejecución, integrando los nuevos protocolos de seguridad.
“Tenemos una restricción. Hoy contamos con una disponibilidad de un 80% del personal. Es por eso que aquí es importante la innovación, en la medida que en prácticas constructivas podamos hacer más ensamblaje y construcción modular fuera de faena, algo que también nos va ayudar”, expuso Arriagada.
simismo, el presidente ejecutivo enfatizó que en los proyectos de Zaldívar y Centinela, el desfase será de alrededor de seis meses con respecto a sus estimaciones originales y que no se prevé mayores impactos. En cambio, en el caso del proyecto de Infraestructura Complementaria de Minera Los Pelambres también se visualiza un desfase de un semestre, pero existe un mayor desafío debido a su mayor volumen de dotaciones.
“Lo que estamos haciendo es un plan de ejecución hacia adelante con los protocolos sanitarios revisados y ver qué otro impacto tienen en el calendario de ejecución”, sostuvo Arriagada, añadiendo que la compañía trabaja sobre la base del término de la crisis del Covid-19 es para finales de 2021.
Con respecto a otros efectos que ha tenido la pandemia en las operaciones, Iván Arriagada dijo que se aceleró la hoja de ruta de innovación, la que incluye automatización y remotización de procesos. De esta forma, se disminuye los riesgos de contagio y se protege la seguridad de los trabajadores.
“Estamos instalando un Centro de Operaciones Integrado en la ciudad de Antofagasta para Minera Centinela. Ya terminamos el estudio de factibilidad y esperamos iniciar las primeras actividades en noviembre. En el nuevo rajo Esperanza Sur de esta misma compañía queremos operar con camiones autónomos y en Minera Los Pelambres ya estamos utilizando con perforadoras autónomas”, informó.
DMC y cadena de suministros
Otro de los asuntos destacados fue el proyecto de Distrito Minera Centinela(DMC) con miras a iniciar su operación a fines de 2022 y un centro integrado de operaciones para dicha faena que se ubicará en Antofagasta.
Además, Arriagada destacó que la crisis del Covid-19 demostró que las cadenas globales de suministros son riesgosas para empresas como Antofagasta Minerals, y pueden poner en aprietos la continuidad operacional. Por eso, el presidente ejecutivo de la minera considera que es relevante “resetear el orden de las cadenas de compañías globales por un liderazgo (local) conjunto”.
El ejecutivo agregó que el Grupo Minero está en un proceso de transformación digital que incluye data analítica para potenciar algunos procesos y la digitalización de ciertas actividades de apoyo. “Construir nuestra compañía requiere de innovación y un desafío estratégico de nosotros”, afirmó.
Fuente: Minería Chilena