Según la Comisión Nacional de Minería, las exportaciones del “oro blanco”nacional podrían alcanzar los US$1.470 millones en dicha fecha.
Con el impulso del incremento en la venta de autos eléctricos y el desarrollo de baterías para artículos tecnológicos, las expectativas crecen sobre el mercado del litio, que tiene a Chile, Argentina y Australia como sus principales actores mundiales.
El litio, el primer metal de la tabla periódica y el más liviano, es un insumo clave para la pujante industria de los autos eléctricos y la fabricación de baterías recargables para teléfonos móviles, computadores portátiles y tabletas.
Las principales fuentes de litio se encuentran en el denominado “triángulo del litio”, conformado por Argentina, Bolivia y Chile. Los salares ubicados en estos tres países acumulan más del 50% de las fuentes mundiales del metal, aunque en Bolivia todavía no ha sido posible extraerlo de manera rentable desde su principal fuente de recursos, el Salar de Uyuni.
Otros países con recursos importantes son China, Estados Unidos, Australia y Canadá. Por su parte, Perú anunció recientemente el hallazgo de un enorme yacimiento de litio y uranio en la región de Puno.
Chile a la cabeza
Chile es uno de los principales productores mundiales del metal, que extrae del Salar de Atacama, uno de los depósitos de litio más rico del mundo por sus altas concentraciones, bajo nivel de impurezas y explotación de subproductos como el potasio.
En 1979 el país declaró al litio como recurso “estratégico”, debido al riesgo de que pudiera usarse para fines nucleares, lo que mantiene su explotación solo en manos del Estado chileno a través de concesiones a privados.
Según la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Chile debería aumentar en 2021 su producción a 147.000 toneladas desde las más de 80.000 de 2017, debido a la ampliación de las faenas de extracción en el Salar de Atacama.
Bajo este escenario, las exportaciones al 2021 podrían alcanzar los US$1.470 millones.
Para ese año, la demanda mundial proyectada llegaría a las 372.288 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE), desde las 201.000 toneladas de 2016. La oferta mundial, en tanto, alcanzaría las 440.318 toneladas de LCE en 2021, según Cochilco.
Mercado en ascenso
El litio, que no se transa como otros minerales sino que sus precios se negocian de manera directa, comenzó a ser usado para baterías a inicios de la década de 1990.
Si en el inicio, las baterías de litio respondían por el 6% de su demanda, hoy bordea el 35% del total. Para 2021, de acuerdo a Cochilco, se espera que el 59% de la demanda se destine a baterías de automóviles y dispositivos electrónicos.
Cada teléfono inteligente requiere entre dos y tres gramos de litio. Un computador portátil 30 gramos, mientras que una tableta necesita unos 18 gramos de litio. Para la fabricación de autos, el uso de litio varía de entre 1,6 a 22,6 kilos.
La tasa de crecimiento anual de las ventas de vehículos eléctricos se estima en 12,6%, los cuales podrían alcanzar las 4,5 millones de unidades al 2021.
Fuente: Emol