La estatal decidió poner fin a un programa de pasantías en El Teniente, a la vez que dio inicio a un concurso para captar trabajadores externos.
Las condiciones laborales presentes y futuras que tendrán los trabajadores rol B reconvertidos para desempeñarse al interior de Chuquicamata Subterránea a partir del próximo año, abrieron un nuevo foco de conflicto entre la administración y la dirigencia sindical, justo en momentos que las partes se encuentran alejadas por la falta de acuerdo frente a un plan de egreso y la proximidad de un nuevo proceso de negociación colectiva.
Lo anterior, dado que la gerencia general de la División -liderada por Mauricio Barraza- decidió poner fin a las pasantías en El Teniente -que terminaban en diciembre- y mediante las cuales alrededor de 100 trabajadores de la aún operación a rajo abierto se estaban capacitando para reconvertirse y adquirir conocimientos de una faena subterránea.
“Teniendo en vista la promesa de valor del proyecto subterráneo y el proceso de transformación de la División Chuquicamata, se ha visto en la obligación de evaluar la continuidad de la pasantía en El Teniente y de reintegrar a los trabajadores a sus áreas de origen”, señaló Barraza a través de un comunicado interno, en el que, además, señaló que “se ha resuelto evaluar dar inicio a un concurso externo para asegurar la debida cobertura del personal capacitado necesario de la futura mina subterránea”.
En ese sentido, fuentes de la estatal y de los trabajadores, comentaron que las pasantías ya fueron finalizadas, mientras que los concursos para captar trabajadores externos fueron publicados.
Los motivos
De acuerdo con fuentes de la estatal, los problemas se habrían originado previa la última etapa del programa de pasantía, en el contexto de que la empresa pidió a los trabajadores que participan del proceso, cambiar su jornada laboral al sistema 7×7.
Sin embargo, dirigentes sindicales, señalaron que el quiebre se generó luego de la presentación de un petitorio donde se solicitaron una serie de beneficios para los trabajadores reconvertidos. Entre ellos, bonos, extensiones de bonos, incentivos, asignaciones, cargos y ascensos sistemáticos.
“Se pidió algunas mejoras en las condiciones, pero no eran condicionantes para la pasantía, pero la empresa lo está usando como pretexto para exponernos y forzarnos a firmar el 7×7”, señaló un dirigente de Chuquicamata.
Mientras que otro indicó que esto se trata de un “chantaje” por parte de la compañía”.
“El petitorio sindical excede lo ofrecido en relación a las pasantías y a lo acordado con cada trabajado (…) , olvidando la finalidad de las pasantías”, indicó Barraza frente al tema en el comunicado interno.
En ese sentido, el ejecutivo lamentó la solicitud de la dirigencia sindical, catalogándola como “incomprensible”.
“Casos como éste son opuestos a los esfuerzos que estamos haciendo por mejorar las prácticas productivas y eliminar aquellas obsoletas que mantienen a la División Chuquicamata con bajos niveles de competitividad.
Por el contrario, ponen en riesgo la sobrevivencia de ésta y sobre todo, lo que el proyecto subterráneo y la necesaria transformación de nuestros procesos representa para la empleabilidad futura de más trabajadores(as)”, apuntó.
Fuentes al interior de la empresa comentaron que la actual administración fue la que promovió
en 2016 la capacitación de trabajadores, por lo que el presente desacuerdo se traducía en la pérdida de una oportunidad laboral.
El proceso de reconversión de Chuqui, implica la salida de 1.700 trabajadores, de los cuales 344 saldrán por restricciones médicas; 688 son jubilables y 485 tendrían la opción de moverse a otra área de la división. Por su lado, la nueva iniciativa, necesitará 964 rol b.
Fuente: Pulso