Fuente: Diario Financiero
A comienzos del próximo año se instalará una mesa para acercar posiciones con los dos sindicatos de la faena minera de capitales polacos.
Las grandes mineras del país están comenzando a desplegar sus estrategias para afrontar la seguidilla de negociaciones colectivas que se activarán en 2018.
“A principios del próximo año comenzaremos a negociar con los interlocutores sociales en el proyecto Sierra Gorda”, dijo en conversación con analistas Radosław Domagalski-Łabędzki, CEO de la minera polaca KGHM, que controla esta faena de cobre.
El ejecutivo precisó que esta faena ubicada en Antofagasta tiene dos sindicatos con los que, proyectó, las tratativas podrían ser difíciles.
“La presión de las organizaciones activas sindicales chilenas es definitivamente más alta que aquí en Polonia (…) las negociaciones van a ser muy difíciles”, dijo y agregó que especialmente en el sector minero local, la posición del empleador no es muy buena.
“Anticipamos un tremendo esfuerzo cuando se trata de negociaciones salariales, pero esta vez vamos a estar muy bien preparados”, recalcó.
La primera de las organizaciones de trabajadores tiene cerca de 350 afiliados, fundamentalmente operarios del área mina y su contrato colectivo vence en diciembre del próximo año. El otro sindicato, que está en proceso de incorporar al escalafón de supervisores, sumará 600 personas, y su convenio expira en enero de 2019.
“La preparación para las próximas negociaciones con los interlocutores sociales es una de las prioridades clave”, dijo el ejecutivo polaco en conferencia con analistas.
El presidente del sindicato 2°, Humberto Vidaurre, dijo que ya recibieron de parte de la empresa una primera invitación para en los primeros días de 2018 instalar una mesa de trabajo. Aunque precisó que esto no implica que se vaya a adelantar la negociación, una posibilidad que no está descartada, está instancia servirá para acercar posiciones previo al proceso reglado.
La primera negociación colectiva de la faena fue en 2015, ocasión en la que pese a que se votó la huelga, ésta no se hizo efectiva, pues se alcanzó acuerdo en la fase de buenos oficios.
Vidaurre explicó que los trabajadores han aportado a la recuperación que evidencia la faena, razón por la que no están enfocados en un bono de cierre abultado, sino que en mejorar aspectos relevantes para ellos, como beneficios en salud y educación.
KGHM inició un proceso para normalizar su operación y reducir las pérdidas, las que a septiembre y a doce meses retrocedieron 44%, al pasar de US$ 387 millones en 2016 a US$ 218 millones.