Fuente: Diario Financiero
Decisión final se tomaría en el segundo semestre y significaría desembolsos por sobre los US$4.700 millones.
La expansión de Quebrada Blanca es uno de los proyectos más esperados para la industria de la minería, ya que según las estimaciones, llevar adelante la segunda fase de la faena operada por la canadiense Teck, extendería en al menos 25 años su vida útil, con una proyección de producción de unas 300 mil toneladas al año.
No obstante, en su última entrega de resultados, la empresa reiteró que la decisión de inversión se realizará recién en la segunda parte del año, de acuerdo al cronograma que tienen establecido. De optar por seguir adelante, el proyecto tendrá que ser sometido a la evaluación ambiental y requerirá desembolsos por sobre los US$4.700 millones.
Desde la empresa, señalaron que: “Las actividades de trabajo continúan enfocándose en completar el proceso de aprobación regulatorio y avanzar en la ingeniería de detalle, contratos de adquisición temprana y planificación de construcción para preparar el proyecto para su ejecución”.
De todas maneras, estos trabajos previos consideran una importante inversión previa, la que superaría los US$ 100 millones, que además se concentrarán en los primeros cuatro meses del año. “Las actualizaciones de otros planes de gastos durante el resto de 2018 se proporcionarán al final del primer trimestre”, aseguraron en Teck.