En la mayoría de los casos la reacción es instantánea: nos llaman para una entrevista y se disparan en nuestro interior una serie de reacciones neuroquímicas, sensoriales, emocionales y perceptuales de las cuales no somos conscientes.
Pareciera que todo va bien si llegamos a la ronda de las entrevistas finales y conseguimos el trabajo que estamos buscando, pero sucede algo que no esperábamos: el estrés sigue ahí. De manera latente y pulsante, el estrés que teníamos por no saber cómo nos iría en el proceso de selección ha pasado a transformarse en el estrés de adaptarse socialmente a nuestro nuevo puesto, de memorizar nuevos protocolos, equipos, estándares de seguridad, de conocer a nuestros superiores y ajustarnos correctamente al ritmo de este nuevo trabajo.
Tomando en consideración lo anteriormente dicho, quiero compartir contigo una herramienta que puede servirte para cualquier situación estresante, ya sea antes, durante o después: las tres preguntas para transformar el estrés.
Pregunta 1: ¿Qué aspectos de mí mismo SI puedo controlar en estos momentos? En todo evento estresante está presente la variable del control. De alguna manera los eventos, percibidos inconscientemente como amenazantes desencadenan una sensación de vulnerabilidad. Esta sensación se puede reducir considerablemente cuando volvemos a tomar el control de nosotros mismos. En la mayoría de los casos nuestra estrategia de control puede ser muy sutil y casi invisible para los demás, pero no por ello menos poderosa. Como por ejemplo:
Controlar mi respiración
Controlar mis pensamientos
Controlar mi postura corporal
Definirme un objetivo para esta situación
Pregunta 2: ¿Qué aspectos de esta situación me resultan NOVEDOSOS? Otro factor presente en los eventos estresantes es la sensación de agotamiento psicológico. Cuando llevamos demasiado tiempo sin gestionar esta sensación, podemos llegar a sentirnos cansados después de haber dormido y comido bien, porque no es un cansancio relacionado con nuestra energía física sino con nuestra actitud psicológica hacia la rutina.
Ahora bien, gracias a los aportes de la psicóloga Ellen Langer en su libro “El poder del aprendizaje consciente” sabemos que podemos transformar la rutina en novedad, mediante el uso de nuestra atención sobre la gran cantidad de estímulos que nos rodean, permitiéndonos disfrutar de cualquier experiencia cotidiana como si fuera una experiencia nueva. Te propongo el siguiente ejercicio para demostrar este punto:
En estos momentos, anota en un hoja por lo menos 30 aspectos que te parezcan novedosos de la actividad que estás haciendo (notarás que no hay dos momentos iguales).
Pregunta 3: ¿Cómo puedo transformar esta experiencia en un APRENDIZAJE? La capacidad de transformar las experiencias cotidianas en pequeños aprendizajes (que se van sumando) es una variable de éxito en el nuevo escenario laboral.
Esta competencia le sirve tanto a la empresa como al trabajador, ya que permite una mejoría considerable en la calidad de los resultados y en el bienestar de la persona que los produce. La única condición es que te propongas aprender algo que te motive a ti y que además le sirva a los demás. Algunos ejemplos que podríamos mencionar de esta pregunta son:
Utilizar la experiencia de la entrevista de selección para aprender a ofrecer lo mejor de mi
Utilizar la experiencia de mis primeras semanas en la empresa para mejorar mis habilidades sociales
Utilizar la experiencia de realizar una evaluación en terreno para aprender criterios de evaluación generales para resolver cualquier otro tipo problema
Utilizar la experiencia del trabajo en altura para aprender a confiar en los implementos de seguridad
Utilizar la experiencia de trabajar con equipos y accesorios de izaje para aprender la capacidad de anticiparme a cualquier situación de riesgo
Con estas tres preguntas puedes comenzar a utilizar los eventos estresantes a tu favor, transformándolos en una mayor sensación de control, en una oportunidad de disfrutar el momento y finalmente, en la capacidad de extraer aprendizajes de la mina más grande de todas: la experiencia humana.
Consejo para relatores: Un buen regalo para finalizar una capacitación en implementos de seguridad, pueden ser estas tres preguntas plastificadas en un llavero.