Una pregunta con sutileza donde lo que se busca es ver si el candidato esta con disposición a hacer más de lo que su rol le demanda. Esta pregunta también puede tener otra forma, como por ejemplo:
Cuando te delegan nuevas actividades, que no corresponde al trabajo que venías realizando, ¿cómo reaccionas?
El objetivo es que uno tenga claro que tiene rutinas y objetivos de trabajo y le agregan mayor cantidad de trabajo que no corresponde ni a las rutinas ni a los objetivos de trabajo. En varios casos se toma como algo normal, sin embargo uno debe ser estructurado en el discurso y dar a conocer, también con sutileza, la operativa regular.
La respuesta ideal sugerida tiene esta forma:
“Depende. Si no es de mi área, pido se reasigne, pero si es de mi área la tomo. Si la puedo delegar, bien, si no la puedo delegar, entonces reorganizo mis tiempos y de acuerdo a la prioridad, la ejecuto. Me pongo la camiseta de la empresa y sigo avanzando.
Ahora bien, si mi jefe(a) aun así me pide la que realice la actividad, busco una reunión con él (ella) para definir los objetivos, alcances y rutinas, y luego de esa reunión envío un email indicando que actividades se están dejando de hacer para realizar lo que se me pide, y si me lo aprueban yo procedo, pero si no me lo aprueban debo seguir avanzando con mis actividades porque es parte del trabajo”
Lo que ocurre es que uno proyecta la disposición a realizar aquello que la empresa pide, sin embargo es importante también el dejar en claro que la memoria de corto plazo de los jefes es frágil, y por ello los medios escritos ayudan a corroborar los acuerdos ya que de darse el caso que exista el escenario donde el jefe o jefa solicita que se explique aquello que no se puedo realizar debido a la atención de aquello que se solicitó en anterioridad, ese email ayuda a que esos jefes puedan recordar la razón por la cual se priorizó una actividad por encima de otra par que esta otra se postergue.
Esta pregunta hace que uno pueda medir si es efectivo estar en disposición completa o si ocurre que uno entiende que existe el protocolo y que debe de priorizar lo importante, lo urgente, lo regular y lo aplazable. Dejar claro que uno tiene la estructura en orden permite considerar a uno como candidato para poder manejar situaciones en las cuales la toma de decisiones y la visión de poder desplazar actividades para priorizar otras es algo normal, y por supuesto, se debe de tomar como tal ya que es una realidad.
El no proyectar la estructura y mostrar en todo momento disposición con ánimos de cerciorar que uno está en completa disposición, no ayuda a dar la imagen de que uno puede tener la capacidad de tomar decisiones en escenarios varios o de manejar de forma adecuada los tiempos. Por ello, se debe de tener cuidado.
Entonces, lo viable y lo factible en este caso es siempre considerar que uno debe de proyectar que es parte de un todo y que existe un orden jerárquico para la toma de decisiones, la responsabilidad y la barrera para que se entienda que se tiene disposición, pero coordinada y organizada.